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Caracas, 02 de Julio del 2015.- Con la creación del café- librería El Techo de La Ballena, las cultoras y los cultores de Caracas y de otras ciudades venezolanas consiguieron ese espacio que durante muchos años añoraron y desde el momento de su creación, ha servido para intercambiar ideas, arte y distintas culturas.
Para tener una muestra ferviente de ello, es justo y necesario acudir todas las semanas a este lugar que yace entre las esquinas Gradillas y San Jacinto para poder presenciar y disfrutar de un “Jueves de Poesía”, un acontecimiento como pocos en la ciudad capital y que a medida que pasan las fechas, nutre de experiencias y un rato sin igual a quienes se acercan a este espacio.
De una personalidad amable, chispeante y llena de alegría, así es Myrurgia Mutueel, artista curazoleña que gracias a un “hecho terrible que no se podía contar a nadie”, como considera ella, pudo descubrir a sus 16 años que podía escribir poemas y desde entonces, no se ha detenido en hacerlo.
“Me senté en mi cama y empecé a escribir con dolor. No sabía que podía hacerlo y después escribí otra poesía y se las mande a un señor con un poco más de cultura, quien los guardo en una gaveta y unos días después me dijo: que buena escritora eres y seguí escribiendo. Cuando me di cuenta que por medio de la escritura podía expresar emociones, nunca más lo solté porque me fije que se convierte en algo natural cuando es un don”, reseño con nostalgia la poetisa.
Recuerda que durante cinco años, su vida tuvo otras prioridades y dejo de escribir. Pero solo fue por ese tiempo. “Volví a casa (Curazao) y de nuevo escribí. Y lo que plasmé fue “Hombre Negro”. Eso para mí fue entrar a una etapa nueva en mi vida”. En ese poema, ella refiere que la gente no es negra por su color de piel sino por el color que tiene su alma.
Dijo que ha venido a Venezuela en otras ocasiones y que no cambia para nada el clima y ambiente del estado Mérida. También valora la vez que se presento con sus mejores obras en el Festival Internacional de Poesía, en el 2013, en el Teatro Teresa Carreño (TTC) y como el estar en El Techo de La Ballena es tan parecido a aquella inolvidable experiencia.
Sin duda, para ella la poesía es algo que va más allá y es un lugar donde reside su corazón. “Este es el don que me dio la providencia para hacer mejor el mundo” cerró.
Para el poeta y pintor nacido en la localidad de El Callao, en todo el centro del Macizo Guayanés, José Antonio Hernández, este lugar es propicio para construir “un mundo nuevo y diferente. Por eso, los invito para El Techo de La Ballena, para que puedan oír poesía, leer, o pasar un rato agradable junto a sus niñas y niños, los convido a que vengan y lo mejor es que está aquí mismo, al lado de la Plaza Bolívar”, aseguró.
Sin duda, este lugar es el ideal para que la cultura y el arte se apoderen de la humanidad de todas aquellas personas que decidan salir de la rutina y de lo cotidiano.