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Caracas, 07 de abril de 2015.- Al ingresar a los espacios de la sala del Teatro Nacional, ubicado en la avenida Lecuna de Caracas, inmediatamente el enfoque artístico se puede sentir en el ambiente, dando este un aire que parece estar enteramente ligado a la creación de los espacios innovadores y de los artistas también, entre el rebullicio presente se encontraba Richard Martín, actor y malabarista venezolano.
Nacido en el estado Vargas, el 22 de agosto de 1979, tiempo en el que su infancia le permitía la libertad plena de saborear los detalles más importantes de la vida como jugar descalzo los juegos tradicionales que se conocían, como la popular pelotica de goma, el trompo y el papagayo, a su vez, sentía afinidad como todo guaireño de la playa y del surf.
A su corta edad, con tan solo 12 años empezó a practicar los malabares en las calles de La Guaira, inocentemente con potes de refresco, cosa que disfrutaba mucho, de esta manera fue creciendo apasionado por esta rama del arte.
Por otra parte, Richard a los 15 años de edad, desafió sus inquietudes por el arte, volviéndose de esta manera un diestro multifacético, abordando el área de malabares, acrobacia, actuación y circo.
Al principio su único escenario era la calle, este artista guaireño emprendía el día desde las 8:00 de la mañana hasta que el sol se ocultara, con su mochila e implementos de trabajo, la magia del malabarismo en los semáforos fue durante mucho tiempo su sustento.
Así mismo, condenado a los prejuicios sociales, muchas veces fue mal visto, aunque muchos no sabían el fuerte trabajo, sacrificio y pasión que había tras este personaje en el que el talento se puede observar a primera instancia.
“Pienso que cuando la gente sale de su trabajo estresado y ve un personaje colorido, bonito, un buen maquillaje, le cambia totalmente el animo a las personas y quizá eso motive a que den una colaboración, ser malabarista es un arte, hay que saberlo hacer” expresó el artista, Richard Marín.
Luego de vivir la terrible tragedia de Vargas en la que muchos de sus seres queridos fallecieron, Richard fortaleció sus facultades y talento proponiéndose la nutrición y crecimiento profesional, así logró viajar a Francia apelando a experiencias con grandes agrupaciones como el Cirque du Soleil en Francia en el 2008.
Richard Marín, actualmente tiene 30 años y es conocido por su seudónimo “Pajarraco” debido a que siempre está montado en las alturas, haciendo maniobras, y hasta trabajos técnicos de cualquier espectáculo
Actualmente fue uno de los venezolanos seleccionados para participar en la prestigiada pieza teatral “Afrodita y el Juicio de Paris” de la agrupación española “La Fura Dels Baus” lo cual muestra profunda felicidad y agradecimiento.
“He escuchado mucho sobre el trabajo de la Fura Dels Baus (…) me siento muy placentero de trabajar en una agrupación con alta trayectoria como la Fura y más en esta propuesta que traen” indicó Richard Marín.
