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Caracas, 15 de diciembre de 2014.- “Me pareció buenísima la gran fiesta decembrina que desplegaron por toda la avenida Bolívar. No me perdí de nada porque vine los cuatros días. Traje a mis hijos y me acompañó mi esposo. Me gustaría que la extendieran una semana más porque me encantó”.
Esta es la expresión de la señora Cleotilde Guacarán, habitante de la parroquia Sucre al referirse a la celebración del Gran Paseo de la Navidad organizado por el Gobierno Bolivariano con el esfuerzo conjunto de los ministerios, la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital.
Esta festividad tradicional venezolana que ofreció una amplísima programación recreativa, musical y cultural, arrancó el jueves 11 de diciembre y culminó ayer domingo 14 de diciembre.
La ruta se iniciaba en la plaza Los Vientos a la altura del Museo de Arte Contemporáneo y terminaba en El Silencio, específicamente en la plaza O’Leary.
Embellecida la plaza los vientos
Vale destacar, que el Gran Paseo de la Navidad estrenó en esta oportunidad la embellecida plaza de Los Vientos, un espacio que fue recuperado por el Ministerio del Poder Popular para el Turismo a través del Instituto Nacional de Turismo (Inatur) y Venetur del Distrito Capital.
“Esta plaza que tenía más de 11 años sin electricidad, se comenzó a rehabilitar desde hace un mes. También se recuperaron las áreas verdes junto con la comunidad organizada de Parque Central. Ahora le estamos dando un buen uso. Podríamos decir que dicha plaza es como un eje turístico, porque está rodeada del Museo de Arte Contemporáneo, los hoteles Anauco, Venetur Caracas, del Teresa Carreño y de una panorámica hermosísima, la iluminada avenida Bolívar”, destacó la gerente estadal de Inatur del DC, Milena Mejías.
Ayer volvió a montarse en ese espacio la agrupación Karimar con la obra El grinch a lo criollo. Más adelante en el corredor fílmico, el público pudo disfrutar de pantomimas y de la obra La calle de los fantasmas de Javier Villafaña perteneciente a la agrupación Caballo Teatro de la parroquia Sucre, dirigida por Otoniel Fernández. Horas antes, había actuado la agrupación de Maiquetía, estado Vargas, Telba Carantoña Teatro dirigida por José Quevedo con El panadero y el diablo.
Posteriormente, el público se deleitó con Las Voces Risueñas de Carayaca. Más adelante, el Teatro Infantil Nacional en El Rincón Más Travieso de la Ciudad jugó con la chiquillería en la competencia de sacos. Avanzando en la ruta cultural, estaban las orquestas penitenciarias, cuyos integrantes al lado de sus familiares, tocaron parrandas, aguinaldos, entre otros ritmos musicales. En la logística, los apoyó la Casa de Restauración Fundación Cristiana de Protección a la Familia, conducida por el pastor Edgar Castro.
Al comienzo del Corredor Ancestral, la agrupación Parranda Citadina amenizaba el paseo y la degustación de comida criolla y navideña de los comensales. Al frente había una venta de sandwiches de pernil atendida por los esposos Fernando Arias y Luz Marina de Arias.
Cine bajo las estrellas
En el Cine Móvil, los espectadores obtuvieron autógrafos de los actores y actrices de los clásicos de La Villa del Cine. Además disfrutaron de Bangladesh de Héctor Obregón; de la película argentina Teo, cazador intergaláctico de Sergio Bayo; así como de la realización ecuatoriana En el nombre de la hija de Tania Hermida y cerraron con Bolívar, el hombre de las dificultades de Luis Alberto Lamata.
Unos metros más allá, estaba la ciclovía familiar de la Alcaldía de Caracas.
Y la rumba continuaba con mucho ánimo en la plaza O’Leary, donde los caraqueños movieron un pie con los salseros Marcos Díaz, Luzardo y Flor Zambrano. Más adelante, tocó la agrupación Efogaitero de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que hizo vibrar al público con gaitas, calipso, aguinaldos y guarachas. Luego se presentó el dúo Will y Javi, de Agua Salud y del 23 de Enero.
Para finalizar, cerró la fiesta la agrupación zuliana Sexto Sentido. Las actividades en este punto de encuentro las coordinó la jovencita Nelsy Moret en representación del Ministerio para las Comunas.