Jorge Rodríguez

Gestión

24.May.2010 / 09:26 pm

Encuentro cultural en el Teatro Municipal de Caracas

Encuentro cultural en el Teatro Municipal de Caracas

(Cortesía de Prensa Cultura) «Estamos obligados a hacer una segunda independencia, que marque la armonía y la solidaridad definitiva de nuestros pueblos», aseveró el presidente del Comité Bicentenario del Ecuador, Juan Paz y Miño, durante el acto de conmemoración de los 188 años de la Batalla de Pichincha, realizado el sábado en el Teatro Municipal de Caracas, y organizado por la Alcaldía de Caracas y la Embajada de Ecuador en Venezuela.

Más de 500 personas, entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos venezolanos y ecuatorianos enarbolaron con alegría sus banderas, como símbolo de unión y respeto entre los pueblos de Latinoamérica y el mundo, al tiempo que disfrutaron de un espectáculo artístico cultural protagonizado por el Ballet Nuevo Mundo de Venezuela y Humanizarte de Ecuador.

El embajador de Ecuador en el país, Ramón Torres Galarza, recordó que la Batalla de Pichincha se nutre de la sangre heroica derramada en agosto de 1810, cuando los realistas asesinaron a sus próceres. «No hay nada más revolucionario en nuestra América que nuestra propia historia insurgente. Una gesta épica la desarrolla, la realiza, la vive y la mueve todo un pueblo porque es quien pone el pecho, el que se dispara al futuro. Para radicalizar las revoluciones tenemos que usar como arma los libros, las escuelas, los caminos, pensamientos, el desarrollo científico y técnico, las canciones, la poesía, los bailes, la comida, en fin. Somos lo que sentimos, creamos en lo que queremos», enfatizó.

Desde la reflexión histórica el escritor y Presidente del Programa Cultural de la Alcaldía de Caracas (Fundarte), Freddy Ñáñez, expresó que «hace 188 años se encontraban las fuerzas republicanas libertarias en las faldas de ese enorme volcán de Pichincha, librando batallas heroicas, vitales para libertar. La metáfora nos invita a pensar que aún estamos en las faldas de un enorme volcán, ese volcán que amenaza con entrar en erupción, llamado imperialismo y que a través de sus corporaciones pretenden dominar a estos pueblos que se han resistido desde hace cinco siglos. Hoy nos encontramos para festejar este lazo de unión y confrontar a la historia desde la cultura», dijo.

Cultura para la liberación

Los aplausos, las sonrisas y la emoción se pasearon por el teatro durante las dos horas de evento ininterrumpido. Una de las familias del 23 de Enero, integrada por Emiro Parra, Gladis Uranga y Shetzaly Parra, expresó sentirse plena por haber asistido a la actividad. Confesaron que muchas veces se han quedado en sus casas a merced de un televisor y que de ahora en adelante asistirán más a menudo a este tipo de jornadas culturales capaces de formar y concienciar al pueblo.

Luisa Amundaray, residente de La Paz, dijo que, «como trabajadora social, pienso que la cultura es importante para la liberación de la gente. Celebro que se hagan y se continúen haciendo estas iniciativas que transforman y educan a los ciudadanos de cualquier país del mundo».