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Caracas, 19 de Julio del 2015.- Agridulce aunque importante. De otra forma no se podría nombrar la sensación con la que simpatizantes y jugadores del Caracas Fútbol Club salieron del Estadio Olímpico, pues estuvieron a punto de darle la vuelta a un duelo que al cierre del primer tiempo perdían 0-2 con el Club Deportivo Lara y que igualaron en la segunda mitad, gracias a un mayor oficio en el terreno del juego.
Con unas gradas a medio llenar pero con la presencia de sus más fieles seguidores, el “rojo”, como se le conoce al club capitalino, empato en la segunda jornada del Torneo de Adecuación y en su esperado estreno como local ante un Lara que en los primeros compases del juego, pego primero. Y por partida doble.
Corría el minuto 13 cuando una falta dentro del área del arquero caraqueño Wuilker Fariñez al delantero Heiber Díaz, hizo que este se cayera y que el principal indicará que sería desde los 12 pasos desde donde se resolvería la situación.
El encargado del cobro sería Jacobo Koufatty, quien remató al centro del arco y adelantaba a su oncena. 0-1 pero aun quedaba juego. El baldazo de agua fría caería luego.
Un tiro libre a favor de los crepusculares desde la banda derecha entro al área, buscando alguna pierna amiga pero para la desdicha de los locales, la primera y única que encontró fue la del lateral izquierdo Rubert Quijada, quien anidó en su propio arco el segundo de la visita.
Sin embargo, quedaban aun, muchos minutos de juego. La siguiente jugada de peligro fue para el local y fue gracias un segundo intento de centro del capitán Miguel Mea Vitali, que encontró la cabeza de Armando Maita, pero el testarazo de este aterrizó directamente en las manos del cancerbero visitante, Eduardo Herrera.
Con ese marcador se iban al descanso. Eduardo Saragó sabía que necesitaba a un revulsivo y recurrió a su banquillo de juego para meter al sureño Fabián Bondagaray. El resto de los acontecimientos le darían la razón luego.
El primer aviso fue un gol anulado al minuto 47 a los locales. En la siguiente jugada, Bondagaray agarró un balón al borde del área grande y batió por bajo a Herrera, lo cual le daba un respiro a su oncena. Era el 1-2 y el grito de júbilo de los parciales locales, se escuchaba en toda la ciudad.
Entonces, el desespero contenido durante varios minutos del duelo pudo ser descargado en la fracción 71, momento en que una falta muy cercana al área fue ejecutada de manera magistral por quien es el hilo conductor del juego caraqueño, “Miky” Mea Vitali, ingresando, con ayuda previa del poste, la esférica al constado izquierdo del arco defendido por los crepusculares.
La pantalla indicaba 2-2 el “Dale, Dale, Dale Rojo” se apoderaba del ambiente. Desde entonces, los locales pusieron el futbol que les quedaba en sus botines pero no pudieron destrancar el duelo. El juego terminaba con una remontaba casi que histórica. Ahora les queda a los capitalinos esperar hasta el próximo miércoles a las siete de la noche, buscar derrotar al Zamora Fútbol Club.
Para este duelo, los simpatizantes asistieron, como de costumbre, a cantar y apoyar al local. Una de esas fue Víctor Rojas, quien vive en la ciudad capital y acudió a este trascendental juego junto a su esposa y sus hijos. Para él, “es importante ir al estadio porque permite incentivar a niñas y niños a ver los juegos de fútbol y además, es una forma de compartir un rato en familia”.
En esa misma línea de pensamiento está Paola Sanz, quien vive en la parroquia La Vega y manifestó sentirse “muy feliz de poder venir al estadio a apoyar a mi equipo de verdad. Espero que este año, podamos ser campeones”, cerró.
En la jornada se jugó la Copa 60 años de Laboratorios Vargas, la cual fue ganada por la oncena visitante. La afición local le rindió con cantos, un sentido homenaje al Guillermo Valentiner, padre creador de ambas instituciones.
