Alcaldía / Gestión
Caracas, 27 de enero de 2015.- El Municipio Bolivariano Libertador continúa siendo epicentro de celebración de actividades culturales y recreativas, dedicadas para el disfrute de las caraqueñas, caraqueños y visitantes. Un digno ejemplo de ello es “El Techo de la Ballena”, espacio público que pica y extiende su programación, ofreciéndole a las citadinas y citadinos un nutrido repertorio recreativo para su sano esparcimiento.
Lester Martínez, habitante de la parroquia el Junquito y quien visitó por primera vez la librería – café – bar que se ubica en pleno corazón del Casco Histórico de la ciudad capital, aseguró sentirse cómodo en este espacio e indicó que pudo visitar “El Techo de la Ballena” gracias a una invitación que le extendió su grupo de amigos.
“El centro de la ciudad está mucho mejor (…) la recuperación de los espacios públicos en el Municipio Libertador se encuentra a la vista de todo el mundo y eso es un acervo cultural muy valioso que perdurará en el tiempo”, expresó.
“Cuando me entere de ‘El Techo de la Ballena’, a través de las redes sociales, sospeche poderme encontrar un ambiente agradable, donde pudiese disfrutar de la literatura, poesía, dulces y bebidas artesanales (…) sin embargo, conseguí más de lo que me imaginaba”, apuntó Martínez.
Durante su visita, comentó haber podido adquirir una de las tantas opciones literaria que ofrece el Fondo Editorial de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte), destacando en primera instancia “Regiones Verbales” del poeta venezolano, Antonio Trujillo; así como también el compartir personas de la tercera edad, quienes a su juicio se encargan de transmitir un mensaje positivo.
En consecuencia, Lester Martínez, les extendió una invitación a las caraqueñas, caraqueños y visitantes para que se acerquen a “El Techo de la Ballena” y puedan regocijarse sanamente entre libros y actividades culturales.
Visita internacional
Por su parte, Federico Miralles, turista proveniente de Uruguay, mencionó sentirse cautivado primeramente por el centro de Caracas y adicionalmente por la librería – café – bar, un espacio público que se encuentra abierto para todas y todos.
“Lo bueno de ‘El Techo de la Ballena’ es que permite intercambiar ideas y comentarios con otras personas que visitan el lugar (…) acá hay detalles que me impresionaron, entre ellos la literatura que ofrece el lugar y sus pormenores que se pueden apreciar, destacando la ballena de madera que adorna el bar (…) este es un sitio que está bien cuidado”, acotó.
Miralles, durante su paso por el Casco Histórico, se mostró muy seguro cuando dijo haber podido vincular su persona con los libros del Fondo Editorial de Fundarte y con sus escritores; pues confesó ser cantautor y fanático de la música venezolana, lo que permitió adquirir escrituras que hacen referencia a los distintos ritmos tradicionales del país, como por ejemplo el Joropo.
“Adquirir libros de algunos géneros musicales de Venezuela me ayudan a dar a conocer los músicos de este país en Uruguay (…) no se debe solo conocer la música de Europa y Estados Unidos, sino conocernos entre nosotros mismos”, explicó el uruguayo.
De igual manera, reveló haberle gustado el café y las bebidas artesanales que se ofrecen en “El Techo de la Ballena”, permitiendo consentir los distintos paladares de la capital de Venezuela.
No obstante, Federico Miralles, no se despidió sin antes reconocer y aplaudir la gestión que ha venido emprendiendo el Alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, desde su llegada en el 2008. “Están haciendo muy bien las cosas, espero que sigan así y se continúen promocionando estos espacios en otros estados del país”, concluyó.
Actividades
Lester Martínez y Federico Miralles, además de disfrutar diversas alternativas gastronómicas en compañía de otros presentes, también aprovecharon la oportunidad y disfrutaron del conversatorio “Regiones Verbales”, actividad realizada a cargo de Antonio Trujillo.
Se prevé que el próximo jueves 29 de enero de 2015 continúe, a partir de las 05:00 de la tarde, la fiesta cultural en “El Techo de la Ballena” con el “Recital de poesía”, actividad impelable por el pueblo capitalino.