Jorge Rodríguez

Gestión

21.Feb.2012 / 12:53 pm


La obra teatral se estrenó en Caracas en el año 1988, la cual ha recorrido casi todo el país

La obra teatral se estrenó en Caracas en el año 1988, la cual ha recorrido casi todo el país

Caracas, 20 de enero de 2012.- En las tablas del recuperado Teatro Catia, se llevó a cabo la pieza teatral «El Ceniciento», la cual causó emoción a todos los asistentes por su colorido y suspicacia. La obra fue gratuita para el público en general y estuvo llena de espectáculo, alegría, canto y mucha diversión para todos los espectadores.
La obra teatral se estrenó en Caracas en el año 1988, donde ha recorrido casi todo el país y se ha realizado en giras internacionales. El elenco expresó que se encuentran muy contentos, ya que para ellos es un lujo presentarse en el teatro Catia con tan maravillosa y reconocida obra.
«El Ceniciento» como su nombre lo dice, ha tocado todos los roles del cuento original y se ha invertido todos los personajes, ya que no es una cenicienta sino es el ceniciento, ya no es un hada madrina sino un hado padrino y no existe un príncipe sino una princesa. Bajo la perspicacia del grupo Teatrela de Venezuela, se realizó un experimento, donde se invirtieron los roles que fueron utilizados para las conductas de las niñas en la época de los 80 y el invento resultó ser una historia bastante divertida.
Juan Carlos Azuaje, integrante del grupo «Teatrela de Venezuela», expresó que «yo soy el hado padrino, quizás el único hado padrino que hay en toda la historia de la literatura infantil y eso además me enorgullece mucho, porque desde 1988 vengo haciendo el personaje, de ese primer elenco de esa época, todavía estoy activo dentro del equipo, soy el más viejo, el que tiene más de 33 años haciendo «El Ceniciento», estamos muy contentos porque tenemos elencos nuevos, la obra ha pasado por 10 elencos diferentes»
«Estar en un teatro como el Teatro Catia, que se encuentra en la parroquia Sucre, la parroquia más populosa del Municipio Bolivariano Libertador, donde además estamos ofertando una salida, un disfrute gratuito para la población de este lado de la ciudad que se lo merecía. Ya se rescató el bulevar, tenemos el metro muy cerca, ahora queremos es el sano disfrute de estos espacios, restándole lugares al hampa, brindándole más lugares a los niños, a la familia y eso es muy importante para una ciudad como Caracas, que tengamos confianza en nuestros espacios y que nosotros artistas estén en sintonía con toda la acción cultural que se haga para la ciudad». Puntualizó Azuaje.
Del mismo modo, Gladys Acevedo, asistente a la obra de teatro «El Ceniciento», exhortó que «me parece estupendo, porque uno tiene alternativas de donde poder llevar a los niños, en este caso estoy trayendo a mi nieta, esto es maravilloso porque antes nosotros no teníamos eso y me parece espectacular que hayan recuperado este teatro, llevo 30 años viviendo en la zona y no me imaginé que era un teatro y que era tan bonito, yo le digo a la familia venezolana que asistan, a mi particularmente me gusta mucho el teatro, he visitado El Municipal, El Nacional, El Principal y me faltaba conocer este teatro y vengo hoy con la niña».
Por su parte, José Torres, asistente a la obra de teatro, acotó que «todo esto ha sido maravilloso, que la historia del Teatro Catia data de hace años, me acuerdo que aquí pasaban películas de Bolívar, pero esto se ha retomado para el disfrute de la familia catiense y no solo de los catienses, sino de las otras familias que puedan venir hasta las instalaciones a disfrutar de estos espectáculos, especialmente a los niños y a la unión de la familia, porque es necesario que la familia se una y crearle una conciencia a los niños».
Un poco de historia
La agrupación teatral «Teatrela de Venezuela», fue fundada en septiembre de 1985 con el propósito de investigar, difundir y realizar montajes de obras del teatro universal, aunque ligadas al origen e idiosincrasia del ser latinoamericano.
Durante más de 25 años ha desarrollado una actividad continua de producción teatral, que cuenta con más de veinte espectáculos, entre los cuales se destacan Buscando a Dodó, de Romano Rodríguez, Santa Plata de Costa Palamides; Los Tres del Matinée de las 3, de Armando Holzer; Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, El Astrólogo Fingido de Calderón de la Barca; Juicio de Bufón, de Goy de Silva; Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, de Sabina Berman; El ángel de la culpa, de Marco Antonio de la Parra; Esa risa no es de locos – Sainetes y entremeses Hispanoamericanos; Los Rústicos, de Carlo Goldoni, Jardín de Pulpos, de Arístides Vargas; Viva Gil Vicente, de Gil Vicente; Una vez más por favor, de Michel Tremblay y Trópico del Crimen, de Estorino y Piñera.